Día tras día, los políticos nos esforzamos en mostrar qué es lo que nos hace mejores que el resto, en mostrar que miramos por el beneficio de la ciudadanía. Sin embargo, a la hora de la verdad, solo unos pocos entre los que, por supuesto está Ciudadanos, obviamos las siglas cuando un voto a favor significa apoyar algo que ha propuesto “el de enfrente” y sin embargo es bueno para el vecino, redunda en el beneficio colectivo.

En Alcorcón, día tras día, pleno tras pleno, comisión tras comisión, vemos como propuestas que incluso van en sus propios programas electorales, son votadas en contra por motivos de rivalidad política. La última, en comisión y para destinar ayuda humanitaria económica para el pueblo ucraniano, tal y como muchos municipios de nuestro entorno, del mismo signo político que quienes nos gobiernan en Alcorcón, llevan semanas haciendo.

Para combatir este tipo de comportamientos, que tristemente ocurren a ambos lados del espectro político, es necesaria, una opción política constitucional, aglutinadora, centrada, moderada y sensata como la de Ciudadanos, con posiciones que busquen unir en vez de dividir y que persigan la igualdad en vez del protagonismo y los titulares.